Amortiguador para el alma del carril

Siempre que una vía férrea transcurre por zonas de alta densidad de población, es importante tomar medidas para reducir el ruido percibido por los residentes. La fuente principal del sonido debido al tráfico ferroviario es el ruido de rodadura causado por el contacto de las ruedas con el carril. Si se combinan con otras medidas de protección acústica, los amortiguadores para el alma del carril reducen las vibraciones originadas en las vías y, por lo tanto, la emisión de ruido en el entorno. Además, se reduce a un mínimo el chirrido producido por los trenes al tomar curvas. Los amortiguadores para el alma del carril de Calenberg se fijan a ambos lados del alma del carril utilizando clips metálicos adecuados y atenúan las vibraciones del carril directamente en su originen, por lo que ejercen un efecto positivo directo en la emisión de ruidos. Los amortiguadores para el alma del carril de Calenberg constan de una combinación compacta de acero y un compuesto de caucho elástico. Con el fin de lograr la máxima efectividad en la reducción de ruidos es preciso armonizar las propiedades de los amortiguadores para el alma de carril con las del perfil de la vía. Los amortiguadores para el alma del carril se distinguen por su durabilidad y la exención de mantenimiento, y pueden sustituirse sencillamente y reciclarse una vez alcanzado el límite de desgaste.

Apoyo de control direccional

Un tipo de estructura de vía utilizado con frecuencia en vías ferroviarias, tranvías y líneas de metro es el sistema de vía en placa, exento de balasto. La superestructura rígida consta de capas portantes de hormigón o de asfalto, que sustituyen a las traviesas y el balasto convencionales. A primera vista, estos sistemas de vías parecen rígidos e inamovibles. Pero, en realidad, también los sistemas de vías en placa sin balasto se mueven, de acuerdo con su diseño, si bien en un margen reducido. Esto se debe a las fuerzas de reacción internas resultantes de las fluctuaciones en la temperatura, las fuerzas externas transmitidas por los trenes, especialmente al frenar y al acelerar, y las fuerzas laterales (fuerzas centrífugas) cuando el tren toma una curva. Es necesario limitar los movimientos causados por estas fuerzas, de modo que la vía permanezca en la posición prevista.
Los apoyos de control direccional son apoyos especiales diseñados para absorber las fuerzas descritas más arriba y para limitar los movimientos, de manera que se asegura la posición de los carriles en los sistemas de vía en placa. Estos apoyos constan de piezas conformadas robustas de caucho y metal, formadas por acero inoxidable resistente a la intemperie y un compuesto de caucho de alta calidad y gran durabilidad, vulcanizado y acoplado en arrastre de fuerza con el acero inoxidable durante su producción. En la parte posterior del apoyo existen anclajes de acero inoxidable que pueden empotrarse fácilmente en el hormigón de las paredes laterales, de las canaletas o de estructuras similares para proteger la junta entre la pared lateral y la placa portante de la vía, por ejemplo.

Apoyos de EPDM con levas de empuje

Un tipo de estructura de vía utilizado con frecuencia en vías ferroviarias, tranvías y líneas de metro es el sistema de vía en placa, exento de balasto. La superestructura rígida consta de capas portantes de hormigón o de asfalto, que sustituyen a las traviesas y el balasto convencionales. Como regla general, las estructuras superiores e inferiores están separadas por una capa más o menos elástica. En la subestructura se integran levas, resaltes o componentes similares de manera que penetren en la estructura de la vía en placa para transmitir fuerzas de cizallamiento y fuerzas de reacción de la vía al substrato. Las levas se equipan con apoyos de EPDM que permiten una absorción «suave» de las fuerzas de cizallamiento y de reacción una vez que el sistema de la vía está hormigonado en su posición. De ese modo se impiden conexiones rígidas entre la superestructura y la subestructura de la vía, que podrían originar daños en la vía completa. Al igual que sucede con todos los apoyos elásticos, es importante asegurarse que no pueden formarse puentes, por ejemplo, si penetra hormigón fresco en la junta del apoyo. De otro modo, se formaría una junta rígida al fraguarse el hormigón, lo que neutralizaría el efecto de la junta elástica. Calenberg puede suministrar apoyos especiales adecuados de dimensiones conformes con las exigencias de cada proyecto específico, con un espesor de 5, 10, 12.5, 15 y 20 mm. En función de su formato, estos apoyos tienen una capacidad portante de hasta 15 N/mm², y se fabrican en caucho de alta calidad, resistente el envejecimiento, que conserva su elasticidad y su capacidad de carga durante toda su vida útil. Los apoyos EPDM con levas de empuje previenen daños y ayudan a mantener reducidos los costes de mantenimiento de la vía.